A fines de los 50, nuestro superior general el P. Jeremias Dennehy, recibió un pedido urgente del Vaticano para que nuestra sociedad mandara misioneros a América Latina.
El Padre Dennehy envió dos sacerdotes misioneros que habían tenido mucha experiencia en China. Una vez en América Latina visitaron Colombia y Ecuador con la tarea de establecer lazos misioneros en Argentina. Pero cuando llegaron a Lima unos de ellos el P. Murphy se enfermo gravemente y murió. Quien lo acompañaba el P. Jaime Loughran era un misionero veterano con 22 años de experiencia misionera en China. Esperó en Lima hasta que llegara un reemplazo, el Padre Juan McFadden. Después de visitar Perú, ellos partirían para Argentina pero tenían que hacer una escala de varios días en Santiago.
Es en esos días en que ocurren encuentros
misterios indescifrables del Espíritu
El P. Jaime era un hombre muy sociable. Descubrió que un antiguo amigo de China, Monseñor Zain era Nuncio apostólico en Santiago y fue a saludarle monseñor Zain le preguntó el motivo de su visita a Chile. El Padre Jaime le explico que estaba camino a Argentina averiguando la posibilidad de establecer una misión columbana en América latina. El Sr. Nuncio insistió que el P. Jaime visitara el cardenal Caro. Siendo un hombre que sabía la importancia de la hospitalidad, acepto la invitación. El Cardenal Caro los recibió muy bien.
Durante el almuerzo le contó a su invitado como él fue rescatado de un grupo de ladrones en Roma por la intervención de un sacerdote Irlandés grande y robusto. Más adelante le preguntó porque estaba visitando Chile, él le explico que estaba viajando a Bs. As. Para ver la posibilidad de una nueva misión allá. El cardenal Caro le contó de las necesidades pastorales de su arquidiócesis e invitó a los Columbanos a que vinieran a hacer una misión entre los más pobres en Santiago. El padre Jaime le respondió un poco incomodo, que Chile no estaba en la lista de posibles misiones, pero iba a comunicarle al superior general su petición.
Al día siguiente partieron a Bs. As. No se sabe exactamente lo que contenía exactamente su informe pero fue aprobado. El consejo general de la Sociedad decidió establecer nuevas misiones Columbanas en Lima, Bs. As y Santiago. El Padre Jaime sería el encargado de establecer la misión Columbana en Santiago. De vuelta en los Estados Unidos el P. Jaime se puso a estudiar castellano pero las ganas a hacer misión fueron demasiado fuertes y partió para Chile sin haber terminado su curso. Llegó a Chile en Enero de 1952. Durante ese año trabajo en las parroquias de la Anunciación y de San Juan de Dios pero nunca dejo de presionar al arzobispado para que cumplieran con su compromiso de entregar una nueva parroquia a los Columbanos.
En Octubre de 1952 el Arzobispo estableció la nueva parroquia de San Andrés entregándosela a la Sociedad Misionera de San Columbano. El P. Jaime fue nombrado como primer párroco de San Andrés. Con esa buena noticia se comunicó con su superior general pidiéndole que mandaran los dos sacerdotes jóvenes que le había prometido ellos eran el P. Santiago McCarthy y el P. Hugo McGonagle, quienes estaban esperando durante meses la misma buena noticia en Nueva York. Zarparon desde ese puerto el día 16 de Diciembre y la noche del 11 de Enero de 1953 llegaron a Valparaíso con una gran tarea en las manos y el corazón lleno de esperanza
así comenzamos gracias a Dios y a la generosidad de tantos misioneros como los Padres Loughran, McCarthy y Mc Gonagle, nos sentimos privilegiados de anunciar la Buena Nueva de Jesús en Chile y de llamar a la Iglesia Chilena a participar en la Misión Universal de la Iglesia.
Actualmente estamos presentes en las siguientes comunidades: San Matías (Puente Alto), Santo Tomás (La Pintana), San Columbano (El Bosque), Jesús de Nazaret y Andrés Jarlan (Lo Espejo), Nuestra Sra. del Rosario (Independencia), Unidad Pastoral Las Palmas (Valparaíso), Sagrado Corazón (Alto Hospicio – Iquique) y San Joaquín y Sta. Ana (Riachuelo – Osorno).