La Cuaresma es un tiempo de gracia, una invitación del Dios que quiere encontrarnos de una manera nueva, convocándonos a cambiar el corazón.
El corazón, en la Biblia, es el lugar donde se aloja el espíritu que anima a cada persona. Del corazón brotan las actitudes, los sentimientos, los valores que mueven nuestra vida. Por eso Dios quiere que examinemos nuestro corazón y dejemos que su Espíritu lo llene, y vaya transformando en nosotras, nosotros y en la humanidad entera, toda violencia, toda marginación, toda prepotencia y todo miedo.
Iniciamos este tiempo en miércoles de ceniza, donde la Iglesia nos convoca a dejar que el Espíritu Santo renueve nuestros corazones.