Al término de la Eucaristía en la Basílica Vaticana y la celebración de la Jornada Mundial de la Paz, Francisco se dirigió desde el balcón pontificio ante miles de fieles que esperaban desde primera hora de la mañana en una soleada y fría Plaza de San Pedro. En su primer Ángelus de 2014, el papa instó a buscar la justicia y la paz en el mundo, «pero empezando desde casa». «Se empieza en casa y luego se va hacia adelante, hacia toda la humanidad», dijo.
«Yo también creo que es hora de pararse. ¿Qué está pasando en el corazón del hombre? ¿qué está pasando en el corazón de la humanidad? ¡Es hora de pararse!»
«Ayer recibí una carta de un señor que me contaba una tragedia familiar y elencaba muchas de las tragedias que están sucediendo en el mundo. Y me preguntaba, ¿qué está pasando en el corazón del hombre para que esto suceda? Es hora de pararse», explicó Francisco. «Yo también creo que es hora de pararse. ¿Qué está pasando en el corazón del hombre? ¿qué está pasando en el corazón de la humanidad? ¡Es hora de pararse!», dijo el pontífice.
Con el lema «Fraternidad, fundamento y camino para la paz», Francisco pidió en su primer mensaje de la Jornada Mundial de la Paz el cese de los conflictos armados en el mundo, muchos de los cuales se producen «ante la indiferencia general». «Por eso, hago mío el llamado de mis Predecesores a la no proliferación de las armas y al desarme de parte de todos, comenzando por el desarme nuclear y químico».
Francisco denunció en su mensaje la violación de los «derechos humanos fundamentales, sobre todo el derecho a la vida y a la libertad religiosa» en muchas partes del planeta. «El trágico fenómeno de la trata de seres humanos, con cuya vida y desesperación especulan personas sin escrúpulos», dijo, «representa un ejemplo inquietante».
La crisis económica y la especulación financiera también fue un punto clave en su mensaje. «A las guerras hechas de enfrentamientos armados se suman otras guerras menos visibles, pero no menos crueles, que se combaten en el campo económico y financiero con medios igualmente destructivos de vidas, de familias, de empresas», aseguró Francisco el día en el que se celebra la 47 Jornada Mundial de la Paz.
Cambiar el estilo de vida
El Papa afirma que la crisis financiera tiene su origen en el «progresivo alejamiento del hombre de Dios y del prójimo» que busca la felicidad en los bienes materiales y el consumo. «La crisis actual, con graves consecuencias para la vida de las personas, puede ser, sin embargo, una ocasión propicia para recuperar las virtudes de la prudencia, de la templaza, de la justicia y de la fortaleza», Francisco que instó a cambiar los estilos de vida y hacer que la política sea más transparente para acabar con la pobreza y garantizar la paz.
Francisco condena en su mensaje la corrupción política, «el drama lacerante de la droga», la explotación laboral y las organizaciones criminales. «Pienso en el blanqueo ilícico de dinero así como en la especulación financiera, que a menudo asume rasgos perjudiciales y demoledores para enteros sistemas económicos y sociales, exponiendo a la pobreza a millones de hombres y mujeres». El pontífice latinoamericano tuvo también un recuerdo para los emigrantes, «con los que se especula indignamente en la ilegalidad».
Al término del Ángelus, Francisco saludó en italiano a los fieles y peregrinos que se encontraban en la plaza vaticana y pidió que el diálogo prevalezca ante la guerra, la venganza y la corrupción.
Fuente: El mundo