Hace unas semanas la Sociedad Misionera de San Columbano tuvo una grata visita. Uno de los sacerdotes columbanos, que estuvo compartiendo la misión en Chile, vino de vacaciones recorriendo parroquias y visitando a sus amigos sacerdotes y familias chilenas con los cuales estrechó lazos durante su estadía en Chile.
Se trata del Padre Pedro Hughes, quien llegó al país en el año 1977 y permaneció durante 27 años realizando una serie de labores, tales como párroco en Osorno, en la parroquia San Marcos, en la Zona Sur y después fundó la Parroquia de San Columbano, hasta llegar a ser Director Regional de la Sociedad Misionera de San Columbano, durante dos períodos, entre otros servicios.
Hoy trabaja en la Casa Central en Inglaterra en la promoción de la Sociedad Misionera «y es una labor muy importante para poder realizar nuestras misiones en distintos puntos del país, pero espero estar de vuelta en Chile en dos años más».
¿Cómo ha visto la evolución de los Columbanos en Chile durante estos años?
«Una de las cosas que me llama la atención es la falta de participación de los jóvenes. Cuando estuve en Chile había muchos jóvenes, quizás porque durante la época de Pinochet había muy poco espacio para los jóvenes. Hay que tratar de atraer a los jóvenes, porque me impacta que la Iglesia sólo sea de gente anciana».
¿Y el país como lo ve?
«Hay muchos autos hoy. Y acá son mucho más económicos que en Inglaterra, pero eso trae frustración, porque las calles no están aptas para tanto auto. Lo otro es que está todo muy caro, el supermercado, la calidad de vida. Además veo una ausencia en lo social, que antes había más interés en lo social de parte de la Iglesia».
¿Y por qué quiere volver a Chile?
«Aquí empecé mi sacerdocio y viví aquí toda mi vida sacerdotal. No lo hice en Irlanda y tampoco en Inglaterra, yo nací como sacerdote acá en Chile. Estudié español 4 años en Bolivia y cuando llegamos a Chile llegamos a vivir a una población compleja y eso me marcó mucho, de hecho es una gran diferencia que tenemos hoy con Inglaterra y eso me cuesta. Hay desafíos que cumplir, como saber que espacios entregarle a la gente»
¿Qué le gustaría hacer si es que vuelve?
«Hoy no tengo la energía que tenía antes, pero me gustaría promover la misión de los Columbanos en Chile, hacerlo con más fuerza, estar en una Parroquia, sin ser el párroco, pero tener la libertad de compartir y ayudar a la gente. Los Columbanos deben tener sus raíces acá en el país».
¿Qué visión hay en la Casa Central de los Columbanos en Chile?
«Primero que hay una escasez de sacerdotes. Además se han abierto a la llegada de sacerdotes de Corea y otros países y hoy Chile no es una prioridad para los Columbanos, según lo que yo veo. Chile es un país ya evangelizando, aunque no estoy 100% de acuerdo con ello, y a nivel mundial los recursos y el personal están destinados mayormente a Oriente. De hecho los nuevos sacerdotes van a ser enviados a Pakistán u otros países. Temo que Chile, y Perú también, están perdiendo terreno. Hay otras necesidades en otros países como Pakistán, por ejemplo».