En un clima de fraternidad y compromiso, la Oficina de Justicia y Paz e Integridad de la Creación y el Centro Misionero San Columbano, compartieron la tarde de este lunes una jornada de reflexión con mujeres de la parroquia Santo Tomas, en el marco de la conmemoración del día internacional de la Mujer.
El primer momento que se vivió tuvo como objetivo reflexionar en torno al sentido de la conmemoración de este día, para ello se recordó que la fecha establecida por la ONU, 8 de marzo, fue para visibilizar la lucha de las mujeres trabajadoras en la memoria de quienes fueron víctimas y protagonistas en el incendio intencional de la fábrica textil Cotton en Nueva York, el 8 de marzo de 1908, en el que resultaron calcinadas 146 obreras que habían ocupado las instalaciones en protesta por los bajos salarios y las inhumanas condiciones en que desempeñaban su labor. Se hizo una memoria agradecida y comprometida por la lucha de tantas mujeres que a lo largo de los siglos dieron la vida para lograr jornadas de trabajo y salarios justos y equitativos, reconocimiento al aporte de la mujer dentro de la sociedad, el derecho a la educación, al sufragio y a tantas otras luchas que se han ido dando.
Un segundo momento que se vivió y que generó un ambiente especial que permitió conocernos y compartir, fue un encuentro con nuestro cuerpo, recuperar el cuerpo no como objeto de otros sino como un lugar sagrado. Para ello, acompañó este momento, Sarella enseñando algunos pasos de danza árabe. No hubo sólo baile sino que además explicó que los movimientos del cuerpo en la danza árabe son un reconocimiento del ser femenino, que el cuerpo es un lugar de encuentro y resguardo de la vida.
La jornada en la parroquia Santo Tomas, prosiguió con la reflexión de la hermana Valeska, quien introdujo el tercer momento con el relato del encuentro de Jesús y la samaritana, en el Evangeli0o de Juan, invitándonos a prestar la atención a la samaritana como la mujer que levanta su mirada y voz para anunciar que el Mesías está en medio nuestro, derribando los muros del prejuicio y la discriminación. Nosotras hoy, también estamos llamadas a partir del encuentro con Jesús a levantar la mirada y voz para denunciar todo lo que atenta contra la vida y anunciar el Reino.
Finalmente, César de la Oficina de Justicia y Paz e Integridad de la Creación, concluyo la jornada de memoria agradecida con un brindis por todas las mujeres, de todos los tiempos y también varones que han comprometidos sus vidas por construir una sociedad mejor para todos.