Con gran alegría celebramos la ordenación de dos nuevos sacerdotes columbanos

En la parroquia San Columbano en la comuna de El Bosque, que se encontraba repleta de familiares, amigos y participantes de las diferentes comunidades columbanas, se celebró con profunda alegría y emoción, la ordenación sacerdotal de Rafael Ramírez Salazar y Gonzalo Bórquez Díaz. Durante la celebración, que presidió monseñor Pedro Ossandón, obispo auxiliar de Santiago, hubo momentos y signos que dieron más realce a la ordenación de Rafael y Gonzalo. En su homilía, Monseñor Ossandón, dijo a Gonzalo, Rafael y a la comunidad presente que “La Iglesia y los padres de san Columbano nos enseñan una cosa maravillosa, que la Iglesia es universal”. Señaló además que “el sacerdocio es una gracia, no es un privilegio, no es un medio, es un don inmerecido, que Jesucristo el único sacerdote nos permite participar de su propio ministerio”. Haciendo referencia al evangelio y respecto al propio llamado al sacerdocio de Gonzalo y Rafael, les recordó que así como Juan Bautista fue llamado desde antes del seno materno para su misión ellos también habían sido llamados desde siempre, “Dios no solamente los creo a su imagen y semejanza, sino que los consagró para ser servidores del Señor, sus misioneros, con el sello del profeta que anuncia las buenas noticias del Evangelio, a eso ustedes están siendo llamados”. Además, los exhortó a que no sean sacerdotes “que se apoltronen, (el sacerdocio) no es para acomodarse, no es para creerse la muerte por ser un servidor en nombre del Señor, no es para aburguesarse, si alguna vez les pasa eso, vuelvan a acordarse de San Juan Bautista, que fue pobre y humilde, que no se restó ni un minuto de entregarse de manera generosa. Que nunca les gane la flojera, el buscarte a ti mismo, el creerte que ya hiciste todo porque eres ministro del Señor”. Finalmente, monseñor Ossandón, los aconsejó, “Yo sé que no lo son, pero ojo con ser vanidosos. Hay un peligro, un bicho, un virus que se mete en el ministerio del sacerdote de creerse superior al resto, no se miren a si mismo. Miren lo que dice Juan Bautista cuando le preguntan quién es, tiene en tres ocasiones muy precisas el Yo No Soy. Yo soy la voz dice Juan el Bautista, no es la palabra, porque Cristo es el Verbo de Dios hecho carne. Yo no soy el que ustedes esperan, yo soy el que allana y prepara el camino al Señor”. Sentir familiar La hermana de Gonzalo, Catalina reflejó, con sentidas palabras, lo que vivieron este día, “hay muchos sentimientos involucrados, emoción, un poco de tristeza, ya que como familia nos hubiese gustado que nuestro padre hubiese estado acá, pero sabemos que desde lo alto esta muy orgulloso de nuestro hermano. Ha sido un camino súper largo y como familia lo hemos apoyado desde el día uno, desde que nos dijo que quería tomar el camino sacerdotal, así que estamos felices. Procesando este momento que ha sido muy hermoso. Los que nos hace feliz es saber que Gonzalo está feliz. Además, el ver esta iglesia llena también nos da mucha alegría, ya que sabemos la alegría que él transmite al pueblo, este es un momento de unión”. Raquel, hermana de Rafael, nos contó su sentir, a minutos de finalizada la celebración, “es la culminación de un largo camino que mi hermano a hecho desde su opción de ser misionero, es un sueño hecho realidad, una bendición de Dios que haya estado toda la familia acompañando a mi hermano. Durante todos estos años hemos visto como la gente aprecia y demuestra mucho cariño hacia Rafael y que hoy también se ve en esta iglesia repleta. Desde el inicio de su proceso con los columbanos, la familia lo hemos ido “soltando” y ya sabemos que su camino es estar en otros lugares, con otras culturas misionando, donde el Señor lo llame. Estamos muy felices”. Momentos y signos Las ofrendas fueron presentadas por las hermanas de Gonzalo y Rafael. Además, se presentaron las banderas de los dos países donde misionarán los nuevos sacerdotes columbanos: Rafael en Myanmar y Gonzalo en Corea del Sur. Otro momento muy significativo se vivió al finalizar la eucaristía, cuando miembros de la comunidad mapuche, que participa en la parroquia Santo Tomás Apóstol de La Pintana, ofrecieron una rogativa mapuche: Ayüwün para bendecirel camino misionero sacerdotal de estos hermanos nuestros. Amelia Millahueque, nos contó que es muy significativo acompañarlos este día, especialmente a Rafael, ya que “él salió de la novena región y yo vengo de allá. Aunque él no es mapuche yo lo quiero como mi hijo. El canto se llamaba “Alegría” y decía todo lo que a una persona le hace feliz”.   Al finalizar la celebración el director regional, padre Álvaro Martínez expresó la felicidad de todos los sacerdotes columbanos por estos nuevos hermanos. Agradeció a Dios por seguir acrecentando esta comunidad misionera y monseñor Ossandon el presidir la celebración, recordó además algunos momentos de este proceso formativo, ya que fue él quien los recibió y acompañó en sus primeros años de formación.

En la parroquia San Columbano en la comuna de El Bosque, que se encontraba repleta de familiares, amigos y participantes de las diferentes comunidades columbanas, se celebró con profunda alegría y emoción, la ordenación sacerdotal de Rafael Ramírez Salazar y Gonzalo Bórquez Díaz.

Durante la celebración, que presidió monseñor Pedro Ossandón, obispo auxiliar de Santiago, hubo momentos y signos que dieron más realce a la ordenación de Rafael y Gonzalo.

En su homilía, Monseñor Ossandón, dijo a Gonzalo, Rafael y a la comunidad presente que “La Iglesia y los padres de san Columbano nos enseñan una cosa maravillosa, que la Iglesia es universal”. Señaló además que “el sacerdocio es una gracia, no es un privilegio, no es un medio, es un don inmerecido, que Jesucristo el único sacerdote nos permite participar de su propio ministerio”.

Haciendo referencia al evangelio y respecto al propio llamado al sacerdocio de Gonzalo y Rafael, les recordó que así como Juan Bautista fue llamado desde antes del seno materno para su misión ellos también habían sido llamados desde siempre, “Dios no solamente los creo a su imagen y semejanza, sino que los consagró para ser servidores del Señor, sus misioneros, con el sello del profeta que anuncia las buenas noticias del Evangelio, a eso ustedes están siendo llamados”. Además, los exhortó a que no sean sacerdotes “que se apoltronen, (el sacerdocio) no es para acomodarse, no es para creerse la muerte por ser un servidor en nombre del Señor, no es para aburguesarse, si alguna vez les pasa eso, vuelvan a acordarse de San Juan Bautista, que fue pobre y humilde, que no se restó ni un minuto de entregarse de manera generosa. Que nunca les gane la flojera, el buscarte a ti mismo, el creerte que ya hiciste todo porque eres ministro del Señor”.

Finalmente, monseñor Ossandón, los aconsejó, “Yo sé que no lo son, pero ojo con ser vanidosos. Hay un peligro, un bicho, un virus que se mete en el ministerio del sacerdote de creerse superior al resto, no se miren a si mismo. Miren lo que dice Juan Bautista cuando le preguntan quién es, tiene en tres ocasiones muy precisas el Yo No Soy. Yo soy la voz dice Juan el Bautista, no es la palabra, porque Cristo es el Verbo de Dios hecho carne. Yo no soy el que ustedes esperan, yo soy el que allana y prepara el camino al Señor”.

Sentir familiar

La hermana de Gonzalo, Catalina reflejó, con sentidas palabras, lo que vivieron este día, “hay muchos sentimientos involucrados, emoción, un poco de tristeza, ya que como familia nos hubiese gustado que nuestro padre hubiese estado acá, pero sabemos que desde lo alto esta muy orgulloso de nuestro hermano. Ha sido un camino súper largo y como familia lo hemos apoyado desde el día uno, desde que nos dijo que quería tomar el camino sacerdotal, así que estamos felices. Procesando este momento que ha sido muy hermoso. Los que nos hace feliz es saber que Gonzalo está feliz. Además, el ver esta iglesia llena también nos da mucha alegría, ya que sabemos la alegría que él transmite al pueblo, este es un momento de unión”.

Raquel, hermana de Rafael, nos contó su sentir, a minutos de finalizada la celebración, “es la culminación de un largo camino que mi hermano a hecho desde su opción de ser misionero, es un sueño hecho realidad, una bendición de Dios que haya estado toda la familia acompañando a mi hermano. Durante todos estos años hemos visto como la gente aprecia y demuestra mucho cariño hacia Rafael y que hoy también se ve en esta iglesia repleta. Desde el inicio de su proceso con los columbanos, la familia lo hemos ido “soltando” y ya sabemos que su camino es estar en otros lugares, con otras culturas misionando, donde el Señor lo llame. Estamos muy felices”.

Momentos y signos

Las ofrendas fueron presentadas por las hermanas de Gonzalo y Rafael. Además, se presentaron las banderas de los dos países donde misionarán los nuevos sacerdotes columbanos: Rafael en Myanmar y Gonzalo en Corea del Sur.

Otro momento muy significativo se vivió al finalizar la eucaristía, cuando miembros de la comunidad mapuche, que participa en la parroquia Santo Tomás Apóstol de La Pintana, ofrecieron una rogativa mapuche: Ayüwün para bendecirel camino misionero sacerdotal de estos hermanos nuestros. Amelia Millahueque, nos contó que es muy significativo acompañarlos este día, especialmente a Rafael, ya que “él salió de la novena región y yo vengo de allá. Aunque él no es mapuche yo lo quiero como mi hijo. El canto se llamaba “Alegría” y decía todo lo que a una persona le hace feliz”.  

Al finalizar la celebración el director regional, padre Álvaro Martínez expresó la felicidad de todos los sacerdotes columbanos por estos nuevos hermanos. Agradeció a Dios por seguir acrecentando esta comunidad misionera y monseñor Ossandon el presidir la celebración, recordó además algunos momentos de este proceso formativo, ya que fue él quien los recibió y acompañó en sus primeros años de formación.