Obispo coreano visita a misioneros de Corea del Sur en Santiago
Durante una semana permanecerá en Santiago monseñor Mathias Ri Long, obispo de Suwon, Corea del Sur, quien llegó este jueves a Santiago, para visitar a dos sacerdotes de esa diócesis, quienes desde hace poco más de dos años están ejerciendo su ministerio en la parroquia San Matías, de Puente Alto, a cargo de los padres de San Columbano.
El obispo, quien visitó junto a los sacerdotes al Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, explicó que vino a ver cómo se está desarrollando esta misión y a compartir unos días con ellos la realidad en que trabajan.
Por su parte, los padres Simón y Pedro comentaron las primeras dificultades de su labor pastoral en Chile, debido a que la lengua, las tradiciones, la cultura son totalmente diferentes a las de Corea del Sur, al igual que el clima, las comidas. Sin embargo, aseguraron que «la gente es muy amable. Estamos felices con el trabajo acá».
El cardenal Ezzati, quien ya conocía de la labor pastoral de misioneros coreanos, expresó que estos sacerdotes «han venido a reforzar la tarea evangelizadora en Santiago, en un contexto cultural y eclesial muy diferente, pero con una gran generosidad».
Agregó que pastor que «yo aprecio el espíritu misionero de la Iglesia en Corea del Sur. Aprecio la disponibilidad de los señores obispos para enviar a Chile a algunos misioneros. Espero que esta alianza siga, con más sacerdotes diocesanos, ya que el Señor le ha regalado a Corea, a partir de la experiencia del martirio, una gran fecundidad vocacional. Y es hermoso que esa fecundidad la compartan con Iglesias que somos más pobres en cantidad de sacerdotes.
Reconoció el arzobispo las dificultades por las grandes diferencias culturales, pero, indicó, «cada Iglesia se encarna en una realidad distinta y ahí tiene que anunciar el Evangelio, lo que no es nada fácil. Si no, habría que preguntarle al gran evangelizador de Grecia y Roma, el mártir san Justino, cómo inculturarse, hacerse uno con todos, comporta un gran amor a Jesucristo, un gran amor a la Iglesia y, también, una gran generosidad de parte de los hermanos».
En Santiago, existe una parroquia personal coreana, que desarrolla su trabajo pastoral en dependencias de la parroquia Santa Filomena.
Fuente: Comunicaciones Santiago