Representantes de todas las comunidades pertenecientes a la parroquia «Ntra. Sra del Rosario» de Diaguitas, llegaron la tarde de este viernes 22 de diciembre a la sede parroquial para participar en la Eucaristía que presidió el Arzobispo de La Serena, Mons. René Rebolledo, con motivo de manifestar gratitud al Señor por el servicio pastoral del P. Marco Henríquez.
Y es que tras dos años como administrador parroquial en la localidad elquina, junto con colaborar como vicario parroquial en “Inmaculada Concepción” de Vicuña, el sacerdote perteneciente a la Sociedad Misionera San Columbano iniciará una nueva misión en su ministerio.
«Me voy con la sensación de la labor cumplida. Fueron dos años muy intensos, que logramos en cierta forma levantar la parroquia, la que actualmente goza de muy buena salud, tanto en lo pastoral como en lo administrativo. A la comunidad me gustaría decirle que necesitamos una renovación, re-encantarnos con el mensaje de Jesús y volver a ser discípulos misioneros», manifestó el P. Marco.
Por su parte Elsa González, feligresa de la capilla «De la Santa Cruz» de Chapilca, destacó la noble labor realizada por el sacerdote, especialmente en las obras de reparación del templo, que resultó dañado tras el terremoto del 16 de septiembre de 2015. «Junto con ayudarnos a reparar el templo físico, que fue algo muy importante para nosotros, el Padre Marco nos levantó a nosotros. Nos hizo tomar conciencia de que con fe todo se logra, intentó incentivar nuestra vocación de servicio y ponerla a disposición de los demás, lo que fortaleció nuestra fe», enfatizó.
Nueva misión
Presente en la ocasión, el P. Miguel Hoban, Director Regional de los Padres de San Columbano en Chile, quien indicó que a pesar de no haber certeza, «es importante recordar que el P. Marco fue por más de 10 años misionero en Pakistán, un servicio muy difícil. Creo que hay parte de él que quiere volver allá, pero será decisión de nuestros superiores», agregando que «aquí se vive con mucha fuerza la religiosidad popular, lo que tiene que fortalecerse y desde esa realidad, ojalá que nazca un deseo de misionar, de ayudar a mucha gente a descubrir el amor de Jesucristo, especialmente en este valle».
Asimismo, el P. Álvaro Martínez, quien fuera el Superior de la orden cuando se le encomendó al P. Henríquez la misión de venir a Diaguitas, recordó que «la comunidad quería enviarlo a un lugar como éste, por lo que agradecemos la generosidad de Pastor de Mons. Rebolledo al acoger esta experiencia. Al comienzo le costó acostumbrarse, pero poco a poco la gente le fue ganando el corazón y hoy se siente un habitante más de este pueblo». Además, añadió que este tiempo «lo ayudó a madurar mucho, a conocer la realidad del centro norte del país, ya que había descubierto anteriormente la del extremo norte y sur. El vivir cada novena y conocer a fondo la religiosidad popular, ha sido transformador para él, convirtiendo esta experiencia de fe tan sencilla, en algo muy profundo», concluyó.
Fuente: Comunicaciones Arzobispado de La Serena