«Que lindo revisar este año y disfrutar del camino recorrido», Padre Álvaro Martínez, Director regional de los Columbanos.

Ya se termina el año 2013 y es hora de balances. Por ello, concurrimos a la Casa Central de los Sacerdotes Columbanos, lugar donde el Director Regional, Padre Álvaro Martínez, nos recibió en sus oficinas para conversar y repasar lo que fue este año para nuestra Sociedad Misionera. Un año, que podría resumirse como provechoso, de consolidación de un proyecto, y a la vez de apertura a una serie de desafíos a implementar en los próximos tres años. ¿Cómo ha sido este año para los Columbanos? "Ha sido un año muy provechoso para el mundo de los Columbanos y para la Región de Chile, especialmente, porque Dios ha sido muy generoso con nosotros y le damos gracias por eso.
Este año lo hemos terminado muy bien. Nuestros seminaristas han tenido un muy buen año. Concluyeron su experiencia misionera en Corea y Filipinas y pronto retornarán para terminar sus estudios. Además tenemos la esperanza que ingrese otro en marzo.
Si todo va bien, tendremos ordenaciones sacerdotales en los próximos tres años y eso es una alegría inmensa para nosotros.
En el caso del Centro Misionero se han consolidado la animación misionera, entregando cursos en las diferentes parroquias.
Mis hermanos sacerdotes han ido tomando nuevos compromisos y desafíos con mucha valentía y entusiasmo, y como siempre lo están haciendo muy bien.
Personalmente, estoy muy contento, porque he podido visitar a Los Amigos de San Columbano, a las Comunidades columbanas y escuchar sus testimonios, alegrías y tristezas, reconociendo el tremendo amor que tienen por el compromiso misionero columbano.
Nuestros trabajadores también se han consolidado en lo profesional y en lo humano y el trabajo en grupo ha sido cada vez mejor.
Son muchas cosas buenas las que nos han pasado este año y las que vienen, como que en los próximos meses terminaremos una nueva parroquia, la parroquia de San Columbano en la comuna de El Bosque. Que lindo revisar este año y disfrutar del esfuerzo que se ha hecho. Doy gracias a Dios por su generosidad, a los columbanos por su espíritu misionero, a la gente por compartir la vida y misión, y a la Iglesia de Chile que nos recibe en sus pastorales" Se nota que hay un constante crecimiento de la Sociedad Misionera. ¿La idea es mantener este ritmo en los próximos años? "Una de las cosas que hicimos este año fue marcar la hoja de ruta para los próximos tres años. Hay proyectos de seguir construyendo varias capillas más. Pero, por sobre todo, queremos seguir animando a la Iglesia chilena a ser una Iglesia misionera y ese es un gran desafío y por eso, invitamos a los obispos a ser más generosos en el envío de misioneros al mundo. Hay mucho por hacer para crecer en nuestra vocación misionera". ¿Y en lo humano? ¿Cómo ha sido este año para Uds., considerando los constantes movimientos que se generan? "Como misioneros nosotros estamos arraigados en el desarraigo y por lo tanto nunca hablamos de una pérdida cuando un sacerdote parte a otra región. Es una riqueza que alguien con la experiencia chilena parta a otro país. Es una alegría compartir la experiencia misionera con "sabor" latino. No somos ricos, pero damos desde la pobreza y también recibimos con humildad. Este año hemos recibido tres sacerdotes asociados nuevos de Corea, que nos han traído la riqueza del evangelio, propias de su cultura. Por otro lado, este año, vivimos el fallecimiento del padre Hugo Mc Gonagle, quien cumplió más de 60 años de sacerdocio y fue un evangelizador, un testimonio, un hombre bueno, querido, incluso formador mío durante un par de años y por esas cosas de la vida me tocó acompañarlo en los últimos dos años de su vida y pucha que lo echamos de menos. Veíamos las noticias, conversábamos y nos entregaba su sabiduría, su paciencia, su confianza en Dios. Se que nos cuida desde el cielo y está con nosotros". Padre, Ud. ingresa a la etapa final de este período como Director Regional, ¿alguna proyección de lo que viene? "Yo estoy nombrado como Director Regional por tres años y termino el 1 de noviembre de 2014. Estoy contento y tengo la sensación que se ha hecho el trabajo que la gente quiere y le gusta. La gente de la región ha aportado mucho en el caminar de estos años.
Yo seguiré acá en la oficina hasta noviembre y en septiembre se inicia el proceso de búsqueda de un nuevo Director, que decidan los columbanos bajo la inspiración del Espíritu Santo".

Ya se termina el año 2013 y es hora de balances. Por ello, concurrimos a la Casa Central de los Sacerdotes Columbanos, lugar donde el Director Regional, Padre Álvaro Martínez, nos recibió en sus oficinas para conversar y repasar lo que fue este año para nuestra Sociedad Misionera.

Un año, que podría resumirse como provechoso, de consolidación de un proyecto, y a la vez de apertura a una serie de desafíos a implementar en los próximos tres años.

¿Cómo ha sido este año para los Columbanos?

«Ha sido un año muy provechoso para el mundo de los Columbanos y para la Región de Chile, especialmente, porque Dios ha sido muy generoso con nosotros y le damos gracias por eso.
Este año lo hemos terminado muy bien. Nuestros seminaristas han tenido un muy buen año. Concluyeron su experiencia misionera en Corea y Filipinas y pronto retornarán para terminar sus estudios. Además tenemos la esperanza que ingrese otro en marzo.
Si todo va bien, tendremos ordenaciones sacerdotales en los próximos tres años y eso es una alegría inmensa para nosotros.
En el caso del Centro Misionero se han consolidado la animación misionera, entregando cursos en las diferentes parroquias.
Mis hermanos sacerdotes han ido tomando nuevos compromisos y desafíos con mucha valentía y entusiasmo, y como siempre lo están haciendo muy bien.
Personalmente, estoy muy contento, porque he podido visitar a Los Amigos de San Columbano, a las Comunidades columbanas y escuchar sus testimonios, alegrías y tristezas, reconociendo el tremendo amor que tienen por el compromiso misionero columbano.
Nuestros trabajadores también se han consolidado en lo profesional y en lo humano y el trabajo en grupo ha sido cada vez mejor.
Son muchas cosas buenas las que nos han pasado este año y las que vienen, como que en los próximos meses terminaremos una nueva parroquia, la parroquia de San Columbano en la comuna de El Bosque. Que lindo revisar este año y disfrutar del esfuerzo que se ha hecho. Doy gracias a Dios por su generosidad, a los columbanos por su espíritu misionero, a la gente por compartir la vida y misión, y a la Iglesia de Chile que nos recibe en sus pastorales»

Se nota que hay un constante crecimiento de la Sociedad Misionera. ¿La idea es mantener este ritmo en los próximos años?

«Una de las cosas que hicimos este año fue marcar la hoja de ruta para los próximos tres años. Hay proyectos de seguir construyendo varias capillas más. Pero, por sobre todo, queremos seguir animando a la Iglesia chilena a ser una Iglesia misionera y ese es un gran desafío y por eso, invitamos a los obispos a ser más generosos en el envío de misioneros al mundo. Hay mucho por hacer para crecer en nuestra vocación misionera».

¿Y en lo humano? ¿Cómo ha sido este año para Uds., considerando los constantes movimientos que se generan?

«Como misioneros nosotros estamos arraigados en el desarraigo y por lo tanto nunca hablamos de una pérdida cuando un sacerdote parte a otra región. Es una riqueza que alguien con la experiencia chilena parta a otro país. Es una alegría compartir la experiencia misionera con «sabor» latino. No somos ricos, pero damos desde la pobreza y también recibimos con humildad. Este año hemos recibido tres sacerdotes asociados nuevos de Corea, que nos han traído la riqueza del evangelio, propias de su cultura. Por otro lado, este año, vivimos el fallecimiento del padre Hugo Mc Gonagle, quien cumplió más de 60 años de sacerdocio y fue un evangelizador, un testimonio, un hombre bueno, querido, incluso formador mío durante un par de años y por esas cosas de la vida me tocó acompañarlo en los últimos dos años de su vida y pucha que lo echamos de menos. Veíamos las noticias, conversábamos y nos entregaba su sabiduría, su paciencia, su confianza en Dios. Se que nos cuida desde el cielo y está con nosotros».

Padre, Ud. ingresa a la etapa final de este período como Director Regional, ¿alguna proyección de lo que viene?

«Yo estoy nombrado como Director Regional por tres años y termino el 1 de noviembre de 2014. Estoy contento y tengo la sensación que se ha hecho el trabajo que la gente quiere y le gusta. La gente de la región ha aportado mucho en el caminar de estos años.
Yo seguiré acá en la oficina hasta noviembre y en septiembre se inicia el proceso de búsqueda de un nuevo Director, que decidan los columbanos bajo la inspiración del Espíritu Santo».