Columbanos de Chile dieron la bienvenida al diácono peruano Jorge Vargas Saboya

En la Casa Central de los padres de San Columbano se celebró este lunes la Eucaristía con que la región de Chile dio la bienvenida al nuevo diácono Jorge Vargas Saboya. La ordenación de Jorge se celebró en Lima a fines de enero recién pasado y los columbanos de Chile quisieron realizar este encuentro de acogida para quien estará durante algunos meses como diácono en una de las parroquias columbanas. La celebración de este lunes fue presidida por el director regional p. Álvaro Martínez y acompañada por sacerdotes columbanos, asociados, laicos misioneros, seminaristas y del Centro Misionero. En su homilía el diácono dio gracias  a Dios “por estar aquí con ustedes, dar gracias por la amistad cultivada en las distintas comunidades en estos años” . Recordó este tiempo, su agregación a la Sociedad de San Columbano y su ordenación diaconal, “tengo muchos años estudiando en Chile y las personas que he conocido siempre me han expresado mucho cariño. A mi me hubiese gustado que pudiesen haber estado todos ustedes en mi ordenación, ya que además he tenido un trato muy familiar con la comunidad columbana de Chile”, les señaló a quienes participaban de la eucaristía. El diácono valoró la presencia en su ordenación de sacerdotes columbanos de Chile, especialmente del P. Patricio Egans, además al  P. Álvaro Martínez y a sus formadores que le han ayudado en este camino en la Casa de Formación en Chile. Finalizó sus palabras haciendo referencia a quienes han sido importante en su vocación misionera, “he visto el testimonio de muchos columbanos a lo largo de mi vida y por eso quiero seguir aspirando a convertirme en un misionero Columbano, como sacerdote. Agradezco a ustedes por el cariño y la amistad que siempre me han demostrado, Chile es como mi país”, puntualizó.   Diálogo con el diácono columbano Jorge Vargas Saboya ¿Cómo ha sido este tiempo como diácono y la celebración en Lima? Fue una experiencia bastante significativa, cambió mucho mi forma de verme y en las responsabilidades como Columbano. He vivido una experiencia maravillosa junto al pueblo y con toda la feligresía de la parroquia en la cual he estado durante este mes. Ha sido muy lindo vivir el cariño de la gente y el estar en el altar me llena de una energía distinta. ¿Cómo has vivido el diaconado? El diaconado es servicio donde estamos  para darnos a la gente, especialmente en los necesidades que las comunidades tienen. Me fortalece constatar la gran fe que tiene la gente en la presencia de DIos me llena de una confianza única. La gente acude al diácono en momentos de dolor y tristeza, para que visite enfermos, visite las familias y responsos. El poder compartir una palabra de aliento es el servicio de todo diácono.  La verdad es que estoy muy contento con el servicio que me ha tocado vivir hasta ahora y confio en que será así de ahora en adelante. Cómo proyectas este servicio diaconal Desde mi ordenación hasta hoy he estado en Perú y pienso que mi experiencia como diácono será acá en Chile de la misma manera. Me he sentido muy querido en Chile, no es que me hayan tratado distinto por ser peruano, es mas las familias que me han acogido me han tratado como un integrante más. Estoy muy feliz de tener esta oportunidad que Dios me ha brindado de poder agradecer tanto cariño del pueblo chileno y poder entregar este servicio como diácono, especialmente porque es un pueblo muy devoto.  Quiero hacer vida esta experiencia que vivió san Pablo "Esto no quiere decir que haya alcanzado la meta ni logrado la perfección, pero sigo mi carrera con la esperanza de alcanzarla, habiendo sido yo mismo alcanzado por Cristo Jesús. Hermanos, yo no pretendo haberla alcanzado. Digo solamente esto: olvidandome del camino recorrido, me lanzo hacia adelante y corro en dirección a la meta, para alcanzar el premio a que Dios me llama desde lo alto en Cristo Jesús." Filipenses 3, 12 - 14.            MÁS FOTOGRAFÍAS

En la Casa Central de los padres de San Columbano se celebró este lunes la Eucaristía con que la región de Chile dio la bienvenida al nuevo diácono Jorge Vargas Saboya. La ordenación de Jorge se celebró en Lima a fines de enero recién pasado y los columbanos de Chile quisieron realizar este encuentro de acogida para quien estará durante algunos meses como diácono en una de las parroquias columbanas.

La celebración de este lunes fue presidida por el director regional p. Álvaro Martínez y acompañada por sacerdotes columbanos, asociados, laicos misioneros, seminaristas y del Centro Misionero. En su homilía el diácono dio gracias  a Dios “por estar aquí con ustedes, dar gracias por la amistad cultivada en las distintas comunidades en estos años” . Recordó este tiempo, su agregación a la Sociedad de San Columbano y su ordenación diaconal, “tengo muchos años estudiando en Chile y las personas que he conocido siempre me han expresado mucho cariño. A mi me hubiese gustado que pudiesen haber estado todos ustedes en mi ordenación, ya que además he tenido un trato muy familiar con la comunidad columbana de Chile”, les señaló a quienes participaban de la eucaristía.

El diácono valoró la presencia en su ordenación de sacerdotes columbanos de Chile, especialmente del P. Patricio Egans, además al  P. Álvaro Martínez y a sus formadores que le han ayudado en este camino en la Casa de Formación en Chile.

Finalizó sus palabras haciendo referencia a quienes han sido importante en su vocación misionera, “he visto el testimonio de muchos columbanos a lo largo de mi vida y por eso quiero seguir aspirando a convertirme en un misionero Columbano, como sacerdote. Agradezco a ustedes por el cariño y la amistad que siempre me han demostrado, Chile es como mi país”, puntualizó.  

Diálogo con el diácono columbano Jorge Vargas Saboya

¿Cómo ha sido este tiempo como diácono y la celebración en Lima?

Fue una experiencia bastante significativa, cambió mucho mi forma de verme y en las responsabilidades como Columbano. He vivido una experiencia maravillosa junto al pueblo y con toda la feligresía de la parroquia en la cual he estado durante este mes. Ha sido muy lindo vivir el cariño de la gente y el estar en el altar me llena de una energía distinta.

¿Cómo has vivido el diaconado?

El diaconado es servicio donde estamos  para darnos a la gente, especialmente en los necesidades que las comunidades tienen. Me fortalece constatar la gran fe que tiene la gente en la presencia de DIos me llena de una confianza única. La gente acude al diácono en momentos de dolor y tristeza, para que visite enfermos, visite las familias y responsos. El poder compartir una palabra de aliento es el servicio de todo diácono.  La verdad es que estoy muy contento con el servicio que me ha tocado vivir hasta ahora y confio en que será así de ahora en adelante.

Cómo proyectas este servicio diaconal

Desde mi ordenación hasta hoy he estado en Perú y pienso que mi experiencia como diácono será acá en Chile de la misma manera. Me he sentido muy querido en Chile, no es que me hayan tratado distinto por ser peruano, es mas las familias que me han acogido me han tratado como un integrante más. Estoy muy feliz de tener esta oportunidad que Dios me ha brindado de poder agradecer tanto cariño del pueblo chileno y poder entregar este servicio como diácono, especialmente porque es un pueblo muy devoto. 

Quiero hacer vida esta experiencia que vivió san Pablo «Esto no quiere decir que haya alcanzado la meta ni logrado la perfección, pero sigo mi carrera con la esperanza de alcanzarla, habiendo sido yo mismo alcanzado por Cristo Jesús. Hermanos, yo no pretendo haberla alcanzado. Digo solamente esto: olvidandome del camino recorrido, me lanzo hacia adelante y corro en dirección a la meta, para alcanzar el premio a que Dios me llama desde lo alto en Cristo Jesús.» Filipenses 3, 12 – 14. 

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