Hoy celebramos el día de San Columbano

Hoy, 23 de noviembre, celebramos con gran alegría a San Columbano, abad que nos mostró el camino de misión y entrega siglos antes de la fundación de la Sociedad Misionera de San Columbano.

Saludamos a toda la familia columbana, sacerdotes, sacerdotes asociados, hermanas, laicos y laicas misioneros y a cada una de las comunidades de Chile y el mundo.

La región de Chile celebrará a San Columbano este domingo 27 de noviembre, a las 16:00 horas, con una eucaristía en la parroquia Santo Tomás Apóstol. Invitamos a todas las comunidades a participar de esta celebración.

San Columbano

Nació en Irlanda en el año 543. Muy Joven San Columbano ingresa al Monasterio y se queda allí hasta cumplir 40 años. Entonces deja su pueblo y cruza el mar con sus 12 compañeros para ser misionero en el Continente Europeo. Estos habían caído en decadencia bajo las invasiones de los Bárbaros y la caída del Imperio Romano.

Con sus compañeros fundo tres centros monásticos en lo que es hoy en día Francia. después de varios años las autoridades religiosas y civiles llegaron a sentirse amenazadas por la influencia moral que ejercían los monjes de Irlanda y decidieron expulsarlos de su territorio.

San Columbano y sus compañeros atravesaron el norte de Francia fundando monasterios a su paso hasta llegar al norte de Italia donde fundo su último centro monástico en el pueblo de Bobbio en el año 614. Un años mas tarde San Columbano muere en este mismo lugar el 23 de Noviembre de 615. San Columbano fue un hombre dedicado y muy decido con una gran vocación de misionera.

El denuncio proféticamente el abuso y la inmoralidad de las autoridades y del pueblo, participo enérgicamente en debates religiosos pero en su comunidad el siempre mostró un inmenso cariño por cada uno de sus compañeros y discípulos.

ORACION A SAN COLUMBANO


Oh San Columbano
que en tu afán de seguir a Cristo dejaste tu patria como peregrino
y pasaste tu vida en sufrimiento y exilio.
Te pedimos humildemente a ayudar y proteger a los misioneros de hoy
que han dedicado sus vidas a anunciar la Buena Noticia por todo el mundo.

Obtén para ellos, esa misma sabiduría y fortaleza
con que superaste los peligros que se pusieron en tu camino,
esa fe firme y amor ardiente, que te han permitido soportar con gozo
las privaciones de esta vida por el amor de Cristo.

Acompáñanos y protégenos, también,
querido San Columbano, a vivir para la Gloria de Dios.
Para que cuando se haya terminado nuestra peregrinación
podamos compartir contigo la alegría de nuestro hogar celestial,
por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.