Celebración con las comunidades columbanas en la parroquia Santo Tomás Apóstol

En una agradable tarde de domingo la familia columbana se reunió en la parroquia Santo Tomás Apóstol, en La Pintana, para celebrar junto a todas las comunidades la eucaristía para dar gracias a Dios por los 64 años de presencia misionera en Chile en el día de San Columbano.

Antes y durante la celebración las comunidades pudieron estampar su nombre en el mantel que será llevado posteriormente a Irlanda para la celebración del centenario de la Sociedad Misionera  en el año  2018.

En la eucaristía participaron delegaciones de las distintas comunidades columbanas, Laicos misioneros, la comunidad filipina en Chile, amigos de San Columbano, generando un ambiente de fraternal encuentro y comunión.

Presidió la celebración el director de la región de Chile, padre Álvaro Martínez, concelebrando junto al párroco padre Chris Sáez, el vicario de la zona Maipo, padre Miguel Hoban, sacerdotes columbanos y asociados.

En su homilía el padre Álvaro dio gracias a las comunidades por su apoyo y compañía a lo largo del tempo, ya que muchos de los presentes conocen hace décadas a los Columbanos. «Durante este tiempo he conversado con muchas personas que recuerdan con cariño a los sacerdotes columbanos y relatan los episodios en que, en los años difíciles de la patria, ayudaban y salvaban vidas luego de las protestas. Muchas historias han permanecido en  el silencio de la solidaridad de la época», señaló.

Recordó otras anécdotas que reflejaban el sentir, la acogida y el cariño con que las comunidades acogían a los sacerdotes columbanos. Una familia recordaba, «Miguel Cody llegó a ser parte de mi familia, llegaba, abría la olla y se quedaba a almorzar». El padre Álvaro señaló que «Una de las alegrías de ser misionero es ser acogidos. Estamos muy agradecidos por recibirnos con tanto cariño» .
Con ocasión de iniciar el tiempo de Adviento, el padre Álvaro, llamó a que «despertemos de lo que nos va matando día a día. Despertemos de lo común. Despertemos de la rutina. De que nos pese el cuerpo. Es momento de despertar para dar testimonio, despertemos para prepararnos para hacer memoria, una vez más, del nacimiento de Jesús».
Al momento de las ofrendas se presentaron dos fotografías: una de la parroquia San Andrés, primera parroquia a la que llegaron los columbanos, y la segunda de la última Jornada que se realizó en Punta de Tralca. Posteriormente se presentó el mantel, signo de la presencia comunitaria de los columbanos en Chile que estará en Irlanda el 2018.

Finalizó la celebración eucarística con tres pie de cueca y posteriormente un compartir fraterno.