Este lunes 13 de marzo se dio inicio en nuestro país a la reunión de directores regionales de los columbanos en todo el mundo, los liderazgos de los Laicos Misioneros y co worker (Tesorero General y Coordinadora general de Justicia Paz e Integridad de la Creación). Esta reunión es conocida como Irmu (Interregional Mission Unit), por su sigla en inglés.
Esta importante reunión de la Sociedad Misionera de San Columbano se realiza en Santiago de Chile y se inició con una eucaristía en la Casa Central de los padres de San Columbano. Celebración que fue presidida por el superior de la región de Chile, padre Álvaro Martínez y concelebrada por el Superior General de los Columbanos, padre Kevin O´Neill.
En sus palabras iniciales el padre Álvaro saludo a los participantes de la Irmu, “Quisiéramos dar la bienvenida como región a cada miembro que participará en la Irmu 2017. Este es un tiempo comunitario donde podremos disfrutar de la riqueza particular y validar nuestra diversidad rica en experiencias locales que aportan a la universalidad del mundo columbano”.
Recordó además el aporte de Latinoamérica a la Iglesia Universal, “continente que ha aportado tanto a la Iglesia local a través de la diversidad del trabajo pastoral durante estos 65 años de presencia Columbana en Perú y Chile. Fruto de la vida pastoral, la Iglesia del continente de la esperanza ha aportado numerosas reflexiones teológicas pastorales, que se han materializado en el magisterio de la Iglesia Universal como es el documento de Aparecida”.
Prosiguió el padre Álvaro, “Como región de Chile soñamos: que este encuentro sea un kairos donde la opción preferencial por los pobres sea renovada, desde la invitación del papa francisco que sea una Iglesia pobre para los Pobres y en salida hacia las periferias de nuestras sociedades. Soñamos como región: con que el fuego ardiente de nuestros fundadores por la vida misionera, sea animado, respetando la diversidad de pastorales que cada región y unidad misionera está viviendo y respondiendo desde el soplo del Espíritu Santo”.
La eucaristía se celebró en inglés y los cantos en los diferentes idiomas de los participantes de la reunión de la Irmu.
En su homilía el padre Álvaro Martínez, señaló que la “Misericordia que en la voz del Papa Francisco ha tomado nuevos colores, desde el corazón de un latino americano. quien nos propone el camino de un corazón que atiende las necesidades, un corazón que escucha las realidades locales y que acompaña para encontrar los caminos mejores para ese momento histórico de la persona necesitada”.
Prosiguió sus palabras señalando que la misericordia, no es altruismo, sino un accionar desde lo más propio de ser cristiano.
Se detuvo en los frutos de la misericordia, que se dan y se experimentan:
La alegría, que contagia a otros a vivir su ser cristiano, el fruto de la perseverancia, que contagia el valor del esfuerzo y el trabajo de ser cristiano. El fruto de la compasión, que contagia el valor que necesitamos para reconocer que cada uno es necesario y que cada uno es importante, que ningún ser humano es descartable. El fruto de la paciencia, que se manifiesta en que los tiempos son importantes en los procesos humanos y más aun en los tiempos de Dios. El fruto de la justicia, que transmite la búsqueda de la redención y reparación del daño causado”.
Finalizó sus palabras reflexionando: “La misericordia es un modelo de vida que se nos coloca como brújula para nuestro seguimiento de Jesús, la mayor expresión de esta brújula; es la cruz de Cristo, pero no es un mirar a la cruz, la brújula de la misericordia, es una contemplación desde la cruz, mirada que nos pone en perspectiva, donde está el camino hacia Dios. Mirar desde la cruz, nos da la perspectiva del camino realizado por Jesús y nos revela como ser misericordiosos como el Padre lo es. Además, la Cruz, nos permite descubrir el camino que hay más allá de lo aparente y nos lleva a lo trascendente del ser misericordiosos”.
Posteriormente se vivió un almuerzo fraterno.