Encuentro con las antiguas comunidades Columbanas

Los Padres de San Columbano estamos celebrando el Centenario de la Sociedad Misionera por ello hemos querido reunirnos en antiguas comunidades en las que hemos ido construyendo nuestra historia y plasmando huellas en Chile.

Para agradecer por todo el bien que Dios ha hecho en nosotros en estos 65 años de caminar en medio del pueblo chileno, es que queremos invitarles a acompañar a los Amigos de San Columbano en la celebración de una Misa de Acción de Gracias.

Este sábado 16 de junio nos reuniremos a las 19:00 horas en la Capilla Jesús Sembrador de la Paz. Ubicada en Vicente Llanos 1801-1809, La Pintana, Región Metropolitana, para celebrar la eucaristía, dialogar y reflexionar de la presencia y las huellas columbanas.

El domingo 24 de junio nos reuniremos en la parroquia Nuestra Señora de las Américas. Ubicada en Alberto González 3804, Conchalí, Región Metropolitana, a las 16:00 horas para celebrar la eucaristía.

Posterior de las dos eucaristías viviremos un compartir fraterno.

Queremos invitar a quienes han formado parte de estas comunidades a acompañarnos y vivir juntos la celebración de los 100 años de la Sociedad Misionera de San Columbano.

Padres de San Columbanos

Por más de 65 años, los Padres de San Columbano han trabajado como sacerdotes misioneros en Chile. Nos han acompañado en este caminar junto a diferentes comunidades, muchos sacerdotes diocesanos y misioneros laicos de distintos países.

La Sociedad Misionera de San Columbano fue fundada en 1918 por dos sacerdotes de Irlanda, Monseñor  Eduardo Galvin y Padre Juan Blowick, siendo la primera misión columbana a China y después se extendió a 13 países del mundo. “Sean fuertes y valientes” son palabras del libro de Josué que inspiraron a nuestros fundadores y que continúan inspirándonos hoy, porque el mundo aún necesita oír del Evangelio de Jesucristo y vivir su mensaje. Por eso, nosotros los columbanos, con nuestros ojos puestos en Jesús y en los rostros de los pobres queremos continuar respondiendo con generosidad al llamado de anunciar la Buena Noticia a toda la humanidad.