Una mediagua que fue cambiando de aspecto cada día represento la imagen de cómo se fue dando la reflexión: el primer día una mediagua forrada en plástico para mirar la realidad, donde las y los participantes fueron escribiendo desafíos, temores, ideas, trampas y otros elementos que configuran la identidad de la VR hoy. El segundo esta casa se abrió y entramos invitados e invitadas al living para poder sentarnos a conversar obre lo que oímos y vimos el primer día, y para ello se invito también a tres amigos de las y los religiosos provenientes desde la psicología, la sociología y la teología para que nos ayudaran a cuestionar la vida religiosa, a pensar/pensarnos, desde estas 3 áreas. El tercer día, la casa empezó a adornarse, desapareció el plástico, se agregaron puertas, cortinas, tejas que fueron hermoseando y mejorando la realidad, la reflexión ese día se basó en el actuar y de los distintos grupos de trabajo salieron ideas para retomar una inserción más profunda con la realidad de nuestro país, para estar más presentes junto al pueblo de Chile en sus gozos y sufrimientos, y también como compañeros y compañeras en sus luchas y sueños. La jornada finalizó ese día con una marcha llena por la alameda hace la iglesia de San Francisco como un símbolo de retomar la calle como espacio de la vivencia religiosa.
La celebración vino el día 15 con una misa que se realizó en la Cárcel de Mujeres, junto a las internas, para confirmar nuestro compromiso con aquéllos y aquellas más necesitados.
Como resultado de esta jornada salieron muchas buenas ideas que esperamos se plasmen en el corto plazo. De ellas les hablaré tan pronto se haga una síntesis de lo trabajado.
Mientras tanto un fuerte abrazo a las y los religiosos de Chile