Desde fines de agosto se encuentra en la región de Chile de los padres de San Columbano, Oisin Kenny, laico misionero, asignado a la región por un periodo de tres años.
Como parte de su formación misionera se encuentra estudiado español en Santiago y en este tiempo está en una comunidad Columbana, para que pueda así conocer e integrarse mejor a la sociedad y cultura chilena. En su tiempo de formación en Irlanda ha fortalecido su fe, su espiritualidad y vida en oración.
Oramos por la vocación misionera de Oisin y su servicio en nuestras comunidades.
En el marco del II Encuentro Ronaldo Muñoz que se realiza este sábado y domingo en la parroquia San Pedro y San Pablo en comuna de La Granja, se vivirá, este domingo desde las 9:30 horas, un Vía Crucis por la Madre Tierra. Este Vía Crucis recorrerá las calles de la población para pedir perdón por los pecados contra la Creación y buscar una conversión ecológica.
Invitamos a toda la comunidad a vivir este momento de comunión y reflexión.
Respondiendo al llamado de caminar juntos por la Creación se realizó este fin de semana el Vía Crucis por la Tierra ello en el marco del II Encuentro Ronaldo Muñoz, que se efectuó en la Parroquia San Pedro y San Pablo de la comuna de La Granja. Participaron de este momento el coordinador de Justicia, Paz e Integridad de la Creación de los Columbanos Chile, César Correa y Laicos Misioneros Columbanos de nuestra región, como parte de la Coalición Ecúmenica por el Cuidado de la Creación.
Este peregrinar que quiso integrar en un solo clamor el grito de la madre Tierra herida, degradada, violentada, y el grito de excluidos, excluidas, empobrecidos, empobrecidas que claman al cielo justicia, dignidad, respeto. Se recorrieron ocho estaciones, ocho lugares donde es agredido el medio ambiente y existe daño a las personas y, también, donde hay iniciativas que se preocupan del cuidado de la naturaleza, de las personas. En cada estación nos detuvimos para reconocer la situación que se presentará, sensibilizarnos con su sufrimiento, sus causas, y alternativas de esperanza y vida.
Organizadores:
Coalición Ecuménica por el Cuidado de la Creación con la participación de la Parroquia San Pedro y San Pablo, Albergue, Colegio Casa azul, Grupo Vida Digna, Hogar Génesis y Agrupación de jóvenes del sector.
Leer Mensaje del Papa Francisco
El próximo domingo 18 de octubre se celebra en toda la Iglesia universal la jornada del Domingo Universal de Misiones, DUM. Durante todo este mes, conocido también como Octubre Misionero o Mes Misionero, se vive en la Iglesia un momento privilegiado en el que los fieles de los diferentes continentes se comprometen con oraciones y gestos concretos de solidaridad para llevar el Evangelio de Jesús en todos los rincones del mundo.
El lema para este DUM es: MISERICORDIA, corazón de la Misión. La misericordia es el corazón de la misión, porque la misión de la Iglesia brota del corazón misericordioso de Dios, manifestado en su Hijo, Jesucristo. Para el Papa Francisco la Iglesia debe ser sobre todo casa de la misericordia, acogiendo, acompañando, ayudando a todos para que se encuentren con la buena noticia de la esperanza cristiana. Por eso, la Iglesia, que es misionera por naturaleza, no puede quedarse encerrada en sí misma, sino que tiene que salir para ir a las periferias de la existencia humana, allá donde están los pobres, los últimos, los marginados, para llevarles el abrazo de la misericordia de Dios.
Papa Francisco en su mensaje para esta Jornada Universal de las Misiones (DUM), nos anima a abrirse más y más a la dimensión misionera de la vida cristiana y nos hace notar la urgencia de comprometerse y ayudar con la oración y con un gesto de caridad, a la obra evangelizadora de la Iglesia en el mundo.
El llamado es para este mes de las misiones a fomentar el espíritu misionero en todas nuestras comunidades, parroquias, capillas, colegios y movimientos, profundizando en la oración, animación y cooperación misionera para que la Colecta, que se recoja el próximo 18 de octubre y que es destinada completamente a las distintas obras misioneras que la Iglesia sostiene en los cinco continentes, sea rica en generosidad. Dios ama al que da con alegría. (OMP.cl 25/9/2015).
El Centro Misionero San Columbano ha preparado recurrentemente material formativo para vivir y reflexionar entorno a los tiempos litúrgicos, además de realizar talleres en las diferentes comunidades columbanas e instancias de iglesia que lo han solicitado. En esta ocasión queremos compartir un material especialmente preparado por el padre Chris Saénz, quien ha plasmado en este taller sus estudios de biblia, teología y espiritualidad.
Este material, que colocamos a disposición de las comunidades en formato PDF, se denomina La Espiritualidad de Jesús y estas fichas han sido diseñadas para todos los agentes pastorales que quieran compartir esos conocimientos en sus parroquias y áreas. No es necesario utilizar todas las fichas, ni una necesidad el repasar los temas anteriores. Las fichas están diseñadas para trabajar en secciones o fichas individuales, aunque es importante que quien acompaña el proceso del taller lo conozca en su conjunto, es decir todas las fichas.
El p. Chris, cuenta en la presentación de las fichas que, siempre fue mi deseo compartir los estudios superiores que nos habían dado en el seminario. Nunca tuve la vocación de enseñar en una universidad o ser parte del mundo académico. Pero siempre me ha interesado entregar los estudios al mundo popular, especialmente a nuestros agentes pastorales quienes no han tenido la suerte de participar en algunos estudios superiores.
Las fichas constan de una introducción y unidades, además de anexos. Reiteramos un temas importante: Las fichas están diseñadas para trabajar en secciones o fichas individuales, aunque es importante que quien acompaña el proceso del taller lo conozca en su conjunto, es decir todas las fichas.
En Punta de Tralca se realizó durante la semana recién pasada (26 al 30 de octubre) la Jornada Anual de los padres de San Columbano, instancia que reunió a los sacerdotes columbanos, sacerdotes asociados y laicos misioneros, para reflexionar, compartir y orar juntos por el servicio realizado durante este año. En esta jornada se realizó una evaluación del Plan de Acción 2013 al 2016, que guía el trabajo de los columbanos, y se proyectó la labor a partir de los desafios que se han presentado en este tiempo.
Durante los días del encuentro se vivieron momentos de formación permanente, de testimonios vocacionales por parte de sacerdotes columbanos y asociados. Acompañaron la reflexión en temás específicos el p. Alex Vigueras sscc y la hermana Linda Donovan, entre otros.
Renovación del Laicado Misionero
El jueves por la tarde se vivió un significativo momento durante la celebración de la eucaristía que presidió el p. Napa, ya que Bernardita Donoso, Laica Misionera, renovó su compromiso misionero por 6 años más. Fue el director regional, p. Álvaro Martínez, quien agradeció a Dios y a la familia de Bernardita por su vocación misionera y valoró la renovación y el servicio que realiza en la región de Chile. Por su parte, Bernardita dijo sentirse feliz y con la certeza de su vocación que la hace renovar por seis años más como laica misionera.
«Vete de tu tierra, y de tu patria, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré». GN 12:1
En el día de Todos los Difuntos los Padres de San Columbano, Hermanas columbanas y Laicos misioneros se reunieron en el Cementerio General de Santiago para agradecer la vida de los misioneros y misioneras que compartieron su vida en Chile.
Celebró la Eucaristía el P. Gerardo Bellew, quien nos recordó las palabras del apóstol Pablo "por la gracias de Dios, soy lo que soy, y la gracia de Dios no ha sido estéril en mí" (1Cor 15,10) y agradeció a Dios por la vida misionera de todos los sacerdotes y hermanas que hicieron de Chile su patria, acompañando las alegrías y tristezas del pueblo.
«No tengas miedo, ni te acobardes, porque Yahveh tu Dios estará contigo dondequiera que vayas». Jos 1:9
Este año, que celebramos los 1400 años de San Columbano, queremos compartir el testimonio del ser columbano con el P. Michel Hoban ssc, vice director de la región de Chile y vicario de la zona Maipo de la Arquidiócesis de Santiago.
La comunidad de la capilla Nuestra Señora del Carmen de El Bosque vivió con alegría la conmemoración de los 1400 años de san Columbano, así lo contó Isabel, de la comunidad anfitriona, quien con mucha alegría señaló: Esta instancia ha servido para reunirnos y retroalimentarnos con nuestros hermanos columbanos de otras comunidades, para así seguir anunciando a Cristo con nuestras vidas.
La celebración se inició con la bendición del Espacio San Columbano en la plaza Los Sauces, frente a la capilla, en el lugar se construyó un laberinto que busca ser una instancia para que la comunidad viva una experiencia de encuentro profundo con Dios. Además, este espacio cuenta con una banca que refleja el carisma con ondas de mar y una barca, reflejo del constante misionar a otras tierras, que inició san Columbano desde Irlanda a Europa, y que hoy en día replican los sacerdotes columbanos y laicos misioneros al ir al encuentro de otros hermanos en diferentes países del mundo.
A nombre de la comunidad local agradeció don Reinaldo Pizarro, presidente de la Junta de Vecino N°10 de Los Sauces, quien recordó el apoyo que los padres columbanos han prestado a la comunidad del sector, especialmente en los años oscuros de nuestra patria, además llamó a sus vecinos a empoderarse y ocupar lo espacios públicos como una invitación que hace la iglesia con la inauguración de este espacio; en representación del alcalde estuvo presente don Reinaldo Flores, director jurídico de la municipalidad de El Bosque, quien valoró el aporte de los padres de san Columbano en la defensa de los derechos humanos de los vecinos de las periferias, agradeciendo además este espacio que refleja la defensa y resguardo del medioambiente.
Luego de estas palabras Mons. Ezzati bendijo el espacio San Columbano y se inició la procesión por el sector que fue encabezada por los bailes religiosos, hasta la capilla donde se celebró la eucaristía, que presidió el Cardenal Ricardo Ezzati, concelebrando el Director Regional, p. Álvaro Martínez y el Vicario de la zona Maipo, p. Michel Hoban.
Monseñor Ezzati, en su homilía, agradeció la presencia de nuestra sociedad en Chile y especialmente en la Arquidiócesis de Santiago: En los lugares que visito la gente hace referencia a lo importante que han sido para muchas comunidades los columbanos, acompañando y llevando el Evangelio a muchos sectores.
El arzobispo de Santiago invitó a la comunidad a anunciar al Señor que estén cerca del hermano o la hermana que vive en la pobreza, en la soledad y en la tristeza, Sigan profundizando en la fe para que siga creciendo este fermento de vida en la población, y que contagie a Chile entero, para que todos seamos una familia donde nos sintamos hijos del padre Dios, animó.
Al finalizar el p. Álvaro Martínez agradeció la presencia de monseñor Ezzati, recordó la historia de san Columbano y la presencia en Chile hoy en día con sacerdotes de 9 nacionalidades. Valoró además la presencia de los sacerdotes asociados, los que mayoritariamente son de Corea, los que se han imbuido de la cultura chilena siendo muy estimados en las capillas y parroquias.
Finalizó la celebración con un compartir fraterno con torta, que las mismas comunidades donaron, y bebidas.
Compartimos el testimoni misionero del padre Pablo Park, quien nos cuenta que "en diciembre de 2010, después del curso básico en Cochabamba, Bolivia, llegué a Chile con dos compañeros, el padre Casimiro y el padre Miguel Hwang. El 18 de diciembre, el sábado, el padre Derry me llevó a la casa de Valparaíso donde íbamos a vivir. Fue como las dos de la madrugada, la calle era muy oscura y no se veía nadie, nosotros bajamos juntos y entramos a la casa dejando todas mis cosas en el auto. Durante casi 5 minutos, el padre Derry me mostró dentro de la casa y la habitación en la que iba a quedarme. Después de una conversación corta, fuimos al auto para traer mis cosas. Al llegar al auto, me paré como hielo, ya que el vidrio del auto estaba quebrado y casi todas mis cosas desaparecieron, sucedió sólo en 5 minutos. Después de amanecer, el padre Derry les avisó a los agentes pastorales de la comunidad para que pudieran buscar las cosas que se robaron. Algunas personas encontraron en el sendero de los cerros las cosas que no fueron útil para los chilenos, como los libros coreanos y ropa interior usada. Estaban dispersos a trechos. La ropa útil, los zapatos y otras cosas provechosos fueron robados casi todo. Fue muy difícil escapar de este choque".
Ellos eran las ovejas perdidas.
Después de la escuela de verano y las vacaciones, se calmaba poco a poco el susto que tenía en mi corazón. Entonces preguntaba a Dios: ¿Qué cosa podría hacer? No puedo hablar ni escuchar bien castellano. Entonces, ¿qué es lo que puedo hacer aquí y ahora?
En ese tiempo, en la comunidad de Valparaíso, no había tanta actividad. Había dos misas en la semana, el miércoles y el jueves, y dos misas dominicales. Entonces decidí visitar las casas del sector. Dos o tres veces a la semana visitaba a las casas en la tarde, tocando la puerta, presentándome, alguien me aceptaba con una bienvenida pidiendo bendición de casa y alguien se negaba a mi visita.
Un día de la Semana Santa, cuando iba a visitar a un enfermo, algunos jóvenes que estaban fumando porritos y tomando licores me llamaron, aunque tenía un poco de miedo, fui allá.
Ellos me preguntaron: ¿Es sacerdote católico?
Le dije: Si. Y les pregunté: ¿Qué están haciendo?
Me respondieron: Nada. Sólo estamos disfrutando algo.
A pesar de que no pudiera hablar castellano bien, les dije: Bueno, jóvenes. Este momento que pasamos es la semana Santa. Un tiempo de conversión para regresar al corazón de Dios. No puedo decirles a ustedes que dejen fumar y tomar. No tengo derecho de decirlo. Sin embargo, durante este tiempo, ojalá que puedan reflexionar su vida y su futuro en Dios. Entonces, si es posible, quisiera rezar con ustedes. Asombrosamente, ellos me escucharon con atención y respeto y me aceptaron. Nosotros rezamos el padre nuestro y Ave María tomándonos de las manos.
Al regresar a la casa, me sorprendí de que ellos sabían las oraciones. Exactamente ellos eran las ovejas perdidas. Al día siguiente, cuando iba a visitar a un enfermo, como el día anterior, me encontré en la calle con unas jóvenes, una de ellas me preguntó: Es sacerdote católico, ¿no?
Les dije: Si, ¿qué cosa?
Me dijo: Ayer, escuché que mi pololo y sus amigos rezaron contigo y recibieron la bendición de usted. Así que queremos recibir también la bendición.
Para vivir como misionero uno no debe darse prisa.
Una de la experiencia más significativa y buena fue visitar las casas, "Sin embargo, sin darme cuenta, creció gradualmente la jactancia o arrogancia en mi corazón. Yo quería entrar al centro de la comunidad lo más pronto posible. Quería aprender la cultura chilena como lo hablan y hacen los chilenos, adaptándome y practicando con la gente. De este tiempo aprendí una enseñanza importante, que para vivir como misionero no debe uno darse prisa, tiene que tener una perspectiva amplia y respirar lento".
Desde entonces yo podía sentir alegría y felicidad de vivir como un misionero.
En diciembre de 2011, el padre Pablo llega a Alto Hospicio, donde "el padre Miguel Howe y el padre Sean me acogieron con mucho cariño. Aunque yo era inmaduro, me trataban como compañero y me enseñaban con la manera indirecta invitándome y acompañándome. Los agentes pastorales de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús no tenían tantas cosas, pero sus corazones fueron muy afectuosos y cariñosos. Ellos me invitaban a su casa a tomar once y a compartir algo. Aunque soy extranjero chinito, me aceptaron acogedoramente y me dieron mucho afecto sin discriminación".
Cuenta el padre Pablo que, "un día estaba conversando con una señora tomando oncesita en su casa y le dije a ella sobre mi dificultad de tener paciencia, ya que acostumbrarse a la vida chilena aún me costaba. Además a veces por falta de habilidad en hablar y de escuchar tenía mal entendimiento en la conversación con la gente. Sin aviso, el estrés venía a mí y crecía poco a poco sin darme cuenta. Y ella me dijo: Si, padre. Entiendo lo que dice usted. Sin embargo, así como usted debe tener paciencia, a la vez, nosotros también debemos tener paciencia para escucharlo y entenderlo. O sea, usted y los chilenos deben tener paciencia juntos. Al escucharla, me di cuenta que yo pensaba sólo en mí, sin considerar a otras personas. Por esta conversación corta podía reflexionar sobre mí mismo por haber tenido una perspectiva estrecha".
Con el paso del tiempo, la herida profunda de mi corazón se recuperaba despacio por el amor de Dios que está vivo en su pueblo y poco a poco podía abrir mi corazón a los demás con confianza.Además allí yo me realcioné con algunas familias chilenas en las cuales puedo quedarme con tranquilidad y con confianza. Todavía tengo contacto con la gente de Alto Hospicio y aún ella me da mucho cariño.
El corazón que se dañó por la gente se recuperó también por la gente.
La confianza que se perdió por la gente se encontró también por la gente.
La esperanza que se desapareció por la gente se apareció también por la gente.
De esta manera, podía aprender y experimentar un poco del gusto de ser misionero dentro del pueblo de Dios. Es decir, desde entonces yo podía sentir alegría y felicidad de vivir como un misionero.
Dios vive con la gente.
Después de las vacaciones de fiestas patria, la región de Chile lo nombró a la parroquia San Matías de Puente Alto. "En realidad, la vida de Puente Alto era más dinámica que otras. Aparentemente se ve tranquila, sin embargo, por dentro hay varias actividades desde niños hacia adultos mayores. Los agentes pastorales son muy comprometidos y responsables en sus servicios. Desde luego, algunas comunidades son más precarias materialmente y necesitan más ayuda de toda clase. Sin embargo ellos sirven a los demás colaborando mutuamente con lo que tienen y la alegría que viene del corazón profundo por la gracia del Señor. Yo podía aprender también de ellos. Ellos son un buen ejemplo".
Por las obras de la gente, podía sentir la presencia de Dios que vive dentro de su pueblo. Estas experiencias que ocurren en mi vida diaria me daban energía e inspiración especial. Exactamente, la energía para vivir como misionero viene no sólo de Dios, sino también de la gente, ya que Dios vive con la gente. Además la fraternidad de los padres con los cuales vivía yo, me ayudaba mucho para madurar y mí crecimiento interior. Por la convivencia con los padres podía compartir lo que pensaba y tenía en mi corazón con confianza. De vez en cuando, teníamos conflicto por la diferencia entre sí, como una de cal y otra de arena, pero es normal en la sociedad humana. Lo importante es expresar lo que se tiene en el corazón y explicar lo que piensa, ya que somos diferentes y distintos, si no, va a amontonarse insatisfacción en el corazón y algún día, de repente, va a explotar como bomba. Nadie es perfecto. Todos somos humanos e imperfectos. Sólo es contraproducente cuando alguien tenga pensamiento que él mismo es superior que otros, como dicen los chilenos se cree la muerte.
Por haber vivido en la parroquia San Matías, mi vida ha sido más abundante y aún sigue siendo y creciendo.
Muchas gracias.